Tina Modotti, la fotógrafa comunista

Google rinde homenaje a una mujer que destacó en la historia por luchar por los derechos de la clase desprotegida en países que no fueron el suyo. Sus fotografías tuvieron un cariz político y de denuncia. A continuación te presentamos un poco de la vida de ésta fotógrafa comunista.

Tina nació en el norte de Italia en 1896, y a la edad de doce años su familia emigro a la ciudad de San Francisco, Estado Unidos debido a la crisis económica que se vivía en el país europeo. Con sólo 21 años se casa con el artista Roubaix de l’Abrie Richey, conocido como ‘Robo’. Gracias a este matrimonio Tina entre en el mundo de Hollywood como actriz de películas mudas.

Su esposo tuvo que viajar a México por trabajo y por medio de sus cartas Tina conoce todas las maravillas que este país poseía. Su interés por la fotografía nació a la muerte de su esposo por viruela en 1922.

El encargado de enseñarle esta nueva disciplina fue Edward Weston, un fotógrafo reconocido cuya principal fuente de trabajo eran los retratos que realizaba. La relación de Tina con Edward inició primero como modelo, después su alumna, luego su asistente para terminar por ser su amante.

Bodegón - Tina Modotti

Junto con Weston decidieron abandonar California y probar suerte en nuestro país. Al término de nuestro romance a los cuatro años comenzó su travesía como militante comunista.

A la joven le impactó tanto México que decidió rendir un homenaje a este por medio de sus imágenes, dónde no sólo captó sus formas estéticas también retrató un país lleno de miseria e injusticia.

Modotti llamaba la atención porque era raro ver a una mujer hermosa con ideas radicales (sexualidad, educación, clases sociales y arte) pasearse con desenfado con cámara en mano por los círculos artísticos e intelectuales de la Ciudad de México.

Tina se dispuso a retratar la quinta esencia de las cosas, por ello fotografiaba objetos ordinarios como un retrete, una cebolla o un caracol. La idea era jugar con las formas, detenerlas antes de que se tornaran incomprensibles y volverlas sujetos de la más detallada inspección fotográfica.

Poco a poco su fotografía fue adquiriendo un cariz político y de denuncia. Fue la encargada de documentar el florecimiento del mural mexicano, documentando las obras de José Clemente Orozco y Diego Rivera.

Diego Rivera trabajando - Tina Modotti

Entre sus obras se pueden encontrar interiores arquitectónicos, flore y paisajes urbanos, así como una gran cantidad de campesinos y obreros.

Se afilió al Partido Comunista Mexicano en 1927 y hasta 1940 fungió como colaboradora y fotógrafa de la revista “Folklor Mexicano”. Sostuvo un romance con Julio Antonio Mella, un revolucionario cubano que fue asesinado en 1929.

Modotti fue acusada de ser cómplice del asesinato pero fue declarada inocente. Sin embargo, al año siguiente la acusaron de formar parte en el intento de asesinato de Pascual Ortiz Rubio, presidente de México, por lo cual la expulsaron del país.

Mujer de Tehuantepec - Tina Modotti

Ante esta situación, salió con destino a Alemania junto con el líder comunista Vittorio Vidali. Una vez en Berlín formó parte de la Unión de Fotógrafos de Prensa. Cuando estaba en Moscú, trabajando para la Cruz Roja internacional de la URSS, decide abandonar la fotografía por el activismo político.

En 1934, viaja a España y al comenzar la Guerra Civil forma parte del Quinto Regimiento, donde mantiene que para ella no es compatible el arte con la violencia de los acontecimientos. En 1939 regresa como asilada a México, donde continúa su actividad política a través de la Alianza Antifascista Giuseppe Garibaldi.

Al año de llegar a nuestro país, el entonces presidente de México Lázaro Cárdenas anuló su expulsión.

El fin de vida se dio el 5 de enero de 1942 en el interior de un taxi que la trasladaba a su casa a la edad de 46 años. Su muerte se dio en extrañas circunstancias, algunos aseguran que fue producto de un ataque cardiaco, mientras que otros alegan que se debió a una purga comunista (campañas de represión y persecución política). Sus restos descansan en el panteón Dolores de la Ciudad de México.

Fuente: El País