El ataque de los independientes

La verdad es que ya perdí la cuenta.

¿Cuántos independientes se han registrado ante el INE?

La última vez que miré eran más de 40. Todo parece indicar que en el próximo proceso electoral vamos a tener más candidatos que electores y una boleta tamaño doble oficio que tendrá casillas en ambos lados.

Hablando en serio. ¿Por qué hay tantos ciudadanos que una buena mañana decidieron que podrían conteneder por el máximo puesto del país?

Los más románticos vendrán a decir de que todo es causa de la torcida política partidista de este país que ha obligado a muchos ciudadanos a tomar medidas desesperadas.

Puede que hasta en cierta medida esto sea cierto, sin embargo, parece que hay algo más detrás de esta invasión independiente.

Vamos a hacer cuentas:

Cada candidato independiente requiere de recabar unas 800 mil firmas (en 17 estados). Supongamos que tarda un minuto en conseguir cada firma (con eso de que hay que explicarle al poseedor del documento las razones por la que es necesario de que de su apoyo).

800,000 entre 60 (minutos que tiene cada hora) y a su vez entre 24 (horas del día). Se requieren de 555 días, año y medio, para conseguir todas las signaturas.

Por supuesto que sabemos que no todo depende de una sola persona, pero supongamos que durante los 119 días que quedan para recabar las firmas trabajamos 16 horas. Entonces sería necesario consignar siete firmas por minuto.

Tal vez algunos si puedan, sobre todo aquellos que tienen antecedentes políticos o mediático, los demás quien sabe.

Lo que estamos viendo con el caso de los independientes es que hay una clara intención de dividir el voto. En el momento en que entran al juego tantos ciudadanos “con buenas intenciones”, el votante promedio se va con la finta. En vez de utilizar su voto para apoyar una causa justa y bien concebida, desperdicia su sufragio con lo que tan sólo son buenas intenciones.

Esto es la forma en que los políticos en el poder están trabajando para diluir un voto que, en otras circunstancias, los pondría en aprietos.

La invasión de los independientes parece ser un movimiento estratégico muy bien concebido y calculado desde las esferas del poder.

¿Su objetivo?

Una vez más prostituir y dilapidar el voto de la gente que, en vez de ir a apoyar una auténtica causa justa, tan sólo ayudará a un grupúsculo que no tiene verdaderas oportunidades de cambiar este país. Nada más están buscando la fotografía.

¿Votarás por un independiente?

Piénsalo bien.