¿Qué es el cyberactivismo?
Francamente, busqué un concepto en Internet que me ayudara en esta redacción pero no lo encontré, por lo tanto voy a dar una definición mía. Se puede decir que el cyberactivismo es un movimiento social que promueve acciones de colaboración, difusión, y solidaridad, a través de herramientas de Internet, relacionada con problemáticas actuales pudiendo abarcar cuestiones sociales, económicas, políticas, ecológicas, etc, que busca fomentar la intervención y participación del público en general para organizar un «movimiento popular» que ejerza presión sobre los gobiernos de turno, grupos políticos y económicos u organizaciones gubernamentales.
Este artículo hace hincapié al cyberactivismo relacionado con problemáticas políticas y sociales, dado que es el punto de vista de interes, desarrollar y difundir. No obstante, las formas, medios y métodos de llevar a cabo estas acciones pueden ser válidos y aplicados en otro tipo de temáticas.
Un fantasma recorre las ciencias sociales, el fantasma de las redes sociales. Si durante un siglo las ciencias sociales orientaron sus cañones metodológicos hacia la sociedad de masas, en la última década no pudieron evitar quedar enredadas en las nuevas 52 plataformas digitales de interacción social. Las ciencias sociales −desde las disciplinas de la comunicación hasta la sociología, pasando por la ciencia política o la psicología− se vieron obligadas a incorporar esta nueva realidad en sus agendas de investigación. Las redes sociales trajeron nuevas prácticas de producción/consumo informativo e innovadoras formas de organización social, renovando entre otras cosas las maneras de hacer política y gestionar la propia imagen e identidad pública
A través de la red se puede llegar, facil y rápidamente, a aquello que siempre se ha querido en un partido político mediante sus agrupaciones locales: el diálogo y la socialización. Pero hay más, con Internet este diálogo puede llegar más allá, ya no es necesario estar físicamente en un lugar concreto, se puede dialogar y compartir desde cualquier sitio, y con cualquier persona. Se puede innovar desde tu propia casa a favor de tu partido político, hacer campaña, crear ideas desde cero, y se puede hacer compartiendo información e ideas desde la mesa de tu despacho o desde el ordenador de casa mientras se vé la televisión.
La identificación de una persona con el partido, es decir, la manera como alguien se identifica como miembro de una identidad política colectiva, ya no debe depender tanto del pago de una cuota y de asistir a reuniones (que también), sino que los apoyos al partido y la manera de comunicar la ideología propia puede cambiar y añadirse a esos modos de colaboración partidaria la participación y el diálogo a través de la red.
Es la política flexible, la que llegará, y la que dejará atrás a los partidos que no aprovechen esta oportunidad para flexibilizarse, para aprovechar la cantidad de redes, contactos y “mano de obra” intelectual que se pueden encontrar en Internet, para cambiar su manera de entender a su propia organización.