MÉXICO, 7 DE SEPTIEMBRE 2017.
– En otro acto de abyección y servilismo sin límite hacia Estados Unidos, el régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, expulsó hoy al embajador norcoreano Kim Hyong Gil de nuestro país, con lo que, absurdamente, anexó a México al conflicto que sostiene el gobierno del rabioso Donald Trump con el país asiático, violentando por enésima vez la neutralidad en conflictos internacionales que históricamente ha caracterizado a México.
Según la información que circula sobre el tema, la “cancillería” que usurpa el delincuente Luis Videgaray Caso, aprendiz de “secretario de relaciones exteriores” más caro del mundo, emitió un comunicado para dar a conocer la decisión de expulsar al, hasta hoy, embajador norcoreano Kim Hyong Gil, declarado -en el colmo de la desvergüenza- persona non grata y dándole 72 horas para salir de nuestro país.
“Con esta acción diplomática México expresa al gobierno de Corea del Norte absoluto rechazo a su reciente actividad nuclear, que significa una franca y creciente violación del derecho internacional y representa una grave amenaza para la región asiática y para el mundo”, se lee en el pretencioso boletín profusamente difundido en medios.
“México reitera su pleno resplandor a la labor del Consejo de Seguridad de la ONU” – o sea su servilismo hacia Estados Unidos- “para alcanzar la desnuclearización de la Península Coreana y asegurar el mantenimiento de La Paz y la seguridad internacional, y lo exhorta a actuar de forma unida para resolver la crisis actual de manera pacífica”
¿Qué atribuciones tiene el pusilánime asesino que ocupa Los Pinos para llevar a cabo estas acciones vergonzosas? Ninguna. Peña Nieto es un delincuente, un usurpador que no representa a los mexicanos. No tiene autoridad moral, legal ni legítima alguna para tomar decisiones en nuestro propio país, menos aún para darse ínfulas intervencionistas en cuestiones internacionales y señalar con dedo flamígero a otras naciones.
Como siempre, la vergüenza mayor es para la mayoría de los mexicanos que llevan cinco años manteniéndolo. Solamente el digno pueblo de Oaxaca lo enfrente y le dice sus verdades. ¡FUERA PEÑA ASESINO!