Hace un par de días el Instituto Nacional Electoral (INE) dio a conocer el resultado del proceso al que tuvieron que someterse los aspirantes a las candidaturas independientes por la Presidencia de la República.
De los cinco ciudadanos que en su momento se apuntaron para conseguir el número necesario de apoyos, que era de casi novecientas mil firmas, distribuidas en más de la mitad de las entidades federativas, cuatro quedaron fuera.
El periodista Pedro Ferriz de Con y la representante de los pueblos indígenas, María de Jesús Patricio “Marichuy”, no alcanzaron el número de apoyos requerido por INE. De los otros tres restantes, solo la expanista Margarita Zavala lo logró, mientras que el experredista Armando Ríos Piter y el expriista Jaime Rodríguez “El Bronco” quedaron fuera de la jugada al detectarse que la mayoría de las firmas de apoyo que reunieron eran “chocolatas” o no reunían los requisitos que la autoridad electoral estableció en su momento.
Desde hace meses, Ferriz de Con denunció públicamente que le habían ofrecido conseguir ilegalmente un millón de firmas en el mercado negro de bases de datos, mediante el pago de cierta cantidad de dinero. El INE a su vez reconoció que efectivamente se había detectado que muchas de las firmas que los aspirantes independientes estaban recabando, eran ilegales y que no serían tomadas en cuenta.
Al final como sabemos, la única “independiente” cuyo nombre figurará en la boleta electoral es el de la esposa del expresidente Felipe Calderón. Lo anterior, no obstante que casi el 45% de las firmas de apoyo que consiguió eran también ilegales, esto es, más de 700 mil.
Eso significa que ella o sus representantes también hicieron trampa en el proceso, pero el INE consideró que aún restándole las firmas balines, las que sí eran válidas bastaban para dejarla participar en la contienda electoral por la presidencia de la república.
Lo anterior deja en claro dos cosas. La primera es que el proceso ideado por el INE a través de una aplicación diseñada para teléfonos celulares de los llamados “inteligentes”, dejaba mucho que desear y no era nada segura, además de que el número de apoyos requerido es desproporcionado e inequitativo frente a las candidaturas de quienes contenderán en representación de un partido político.
La segunda y más preocupante, es que en nuestro sistema democrático se vale hacer trampa siempre y cuando esta sea hasta cierto punto dispensable desde el muy subjetivo criterio de la autoridad electoral.
Las reglas debieron haberse definido más claramente desde un inicio con un piso parejo para todos y con sanciones claras para quienes obtuvieran apoyos ilegales. La tolerancia a los errores o a los apoyos registrados de forma fraudulenta no debió de ser en principio mayor a un cinco por ciento.
Siendo totalmente justos y objetivos Margarita tampoco debería aparecer en la boleta, pero de haberse tomado esa decisión se evidenciaría aún más, el fracaso del método ideado para que los independientes pudiesen participar, más allá del ridículamente alto número de apoyos ciudadanos que les fueron exigidos.
En el futuro, el criterio y los requisitos para el registro de candidatos independientes deberá ser muy diferente y a prueba de fraudes y malos manejos.
Por lo pronto, además de AMLO, Meade y Ricardo Anaya tendremos una cuarta opción para elegir presidente el próximo primero de julio. Habrá que esperar para saber cuántos apoyos reales puede obtener Margarita a la hora de la verdad y sobre todo qué hará con ellos, y ver si no opta por declinar en favor de Meade como algunos mal pensados han comenzado a decir.
De entrada el mensaje del INE a la ciudadanía es muy negativo. En México se vale violar las normas electorales. Total y como dice el dicho “¿qué tanto es tantito?”.
Aquí nos vemos, yo voy derecho…