El auto se estacionó justo frente a la puerta de la escuela Profesor Raul Brasil, en las afueras de San Pablo. No hubo preguntas ni problemas para entrar por la puerta del establecimiento, que permanecía abierta. Sin personal de seguridad que custodie el ingreso, los asesinos comenzaron su raid sin ningún obstáculo.
Eran las 9:42 cuando Guilherme Taucci Monteiro, de 17 años, ingresó armado con una pistola calibre .38, mientra su compañero se quedó en el vehículo. El adolescente, que había estudiando en la escuela hasta el año pasado y conocía las instalaciones, abrió fuego contra un grupo de alumnos y funcionarios que estaba en la recepción.
Al escuchar los disparos, Luiz Henrique de Castro, de 25 años, también ex estudiante, entró con un inusual armamento: una ballesta, un arco y flecha y un machete. Los sobrevivientes del primer encuentro habían buscado refugio, por lo que se encontró a tres víctimas que yacían en el suelo. Los remató con metódica calma.
El ataque se produjo a la hora del recreo, por lo que había muchos alumnos fuera de las aulas.
Luego, De Castro fue sorprendido por una estampida de estudiantes. La primera fue una joven que tuvo una breve pelea a puños con el atacante, que no logró neutralizarla ni evitar su huida. Al costado, decenas de jóvenes corrían desesperados.
Uma câmera de segurança registrou o momento em que os dois atiradores chegam à escola Raul Brasil, em Suzano. Ao fim do vídeo, é possível ver alunos fugindo do massacre. pic.twitter.com/wV36ipkahx
— Jornal O Globo (@JornalOGlobo) 13 de marzo de 2019
Mucha triscara esta masacre en Brasil 😣 pic.twitter.com/RGjEayYBqb
— @VENEZUELADIJO (@venezueladijo) 14 de marzo de 2019
En un mensaje en Twitter, el presidente Jair Bolsonaro expresó sus condolencias a «los familiares de las víctimas del inhumano atentado» de Suzano, que calificó como «una monstruosidad y una cobardía descomunales«.
Presto minhas condolências aos familiares das vítimas do desumano atendado ocorrido hoje na Escola Professor Raul Brasil, em Suzano, São Paulo. Uma monstruosidade e covardia sem tamanho. Que Deus conforte o coração de todos!
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) 13 de marzo de 2019
Originalmente publicado en Fernanda Familiar