En Manaos, Brasil, se llevó a cabo un motín en el Complejo Penitenciario Anísio Jobim (Compaj).
El motín dejo decenas de muertos y heridos, donde incluso se dieron casos de descuartizados, según el juez Luís Carlos Valois, hay alrededor de 50 a 60 presos muertos.
Las autoridades aún no dan una cifra oficial, pero el secretario de Seguridad Pública del Estado, Sérgio Fontes apuntó que eran 60 como máximo.
Todo comenzó la tarde del domingo cuando se salió de control una rebelión provocada por la lucha entre las organizaciones Primeiro Comando da Capital, de Sao Paulo y la Familia do Norte, de Amazona.
Un detonador importante a esta “masacre” es que el poder sobre las cárceles locales es peleado por estas bandas de criminales que están en La región Norte de Brasil, fundamental para el tráfico de drogas internacional, donde pasan las principales rutas, y en el Amazonas que tiene frontera con importantes productores de cocaína como Perú, Colombia y Venezuela.
Esta rebelión fue la segunda más letal de la historia del sistema penitenciario brasileño, la otra ocasión se dio en 1992, cuando en la cárcel de Carandiru en Sao Paulo, fallecieron 111 presos.
Con información de: El País