Hace unos días el economista por la UNAM y Maestro en Sociología, Bernardo Barranco publicó su libro “El infierno electoral” (Grijalbo) que, entre diversos asuntos, describe a otro personaje que está en el centro de la polémica: Lorenzo Córdova Vianello, actual presidente del Instituto Nacional Electoral (INE).
En su análisis, donde colaboran seis ex consejeros electorales, una consejera en funciones y un ex titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), enfatiza sobre el fraude electoral en el Estado de México del año pasado y no descarta la posibilidad de que se repita el 1 de julio, en la elección presidencial.
Barranco revela que el tenía en alta estima a Córdova Vianello, cuando el joven analista era asesor de José Woldenberg. Era fresco, con ideas democráticas, agudo en su análisis, imparcial y con ciertos niveles de objetividad, recuerda en su texto.
Al inicio de su nombramiento, Barranco recuerda que le causó mucha confianza, por su trayectoria, pero algo pasó con la llamada donde se burla de los pueblos autóctonos. A partir de ese momento, Lorenzo Córdova cambia totalmente. Hasta el punto en que hoy Lorenzo Córdova reina en el INE, pero no lo gobierna. Quien gobierna, quien es factor de poder, es Marco Antonio Baños, que es un operador siniestro, al servicio del sistema político, discípulo de Manlio Fabio Beltrones y muy señalado por intervenir y manipular al INE. De manera clara y muy enfática, reitera el analista.
“No es una simple hipótesis”, dicen desde las páginas no sólo el coordinador del libro, Bernardo Barranco, sino Gabriel Corona Armenta, Ana Vanessa González Deister, Eduardo Huchim May, Norberto López Ponce, Santiago Nieto Castillo, José Núñez Castañeda y Karina Vaquera Montoya.
Hay muchas razones para pensar en un fraude sistémico, que otra vez incline la balanza para el establishment, aunque México no sea el Estado de México y aunque haya un titular joven y atento en el INE.
“Ya no se trata sólo de un multimillonario desvío de recursos, sino de la plena utilización de las instituciones para perpetuar al PRI en el poder. Ya no es únicamente el robo de urnas o la compra de votos, sino la manipulación de leyes, estructuras y nombramientos. Ya no se trata nada más de ganar una gubernatura a la mala, sino de perder todo un proyecto de nación merced a la impunidad y la corrupción sistemática”, dice el libro, que lleva un prólogo de Lorenzo Meyer Cossío.
Con información de Sin Embargo